¿Conoces a alguien que no se encuentre a gusto con lo que se dedica cada día?
Estoy seguro que la mayoría de vosotros responderíais afirmativamente a la pregunta. Incluso en ocasiones hasta nosotros mismos nos la podemos llegar a plantear. De hecho, cada vez son más las personas que se encuentran estancadas y que se dedican a realizar tareas que no les permiten desarrollarse profesionalmente. Pregúntate:
- ¿Es realmente a lo que te dedicas actualmente el objetivo por el cuál llevas luchando todo tu tiempo?
- ¿Ha merecido la pena tantos años de esfuerzo, de estudio, de formación y de experiencias para llegar al punto dónde te encuentras actualmente?
- ¿Te permite tu trabajo sacar tu máximo potencial personal? ¿Aprovechas cada una de tus virtudes/habilidades? ¿Te permite mejorar e identificar tus puntos débiles?
- ¿Te levantas cada día motivado para seguir esforzándote con tus objetivos?
Si respondes negativamente a alguna de las anteriores preguntas y piensas que te resultará difícil encontrar algo mejor, entonces hazte la siguiente pregunta:
Si esta no es la meta que quiero alcanzar: ¿Qué camino he de seguir? y (…)
¿Dónde está el límite?
No existe el límite.
La única barrera que puedes encontrarte, eres tú mismo.
Confía en ti mismo, en tus proyectos y proponte nuevos retos y desafíos.
La mejor manera de crecer, tanto profesionalmente como personalmente, es equivocándote en tus decisiones pero aprendiendo de ellas.
Despiértate cada día con ganas de seguir haciendo tu trabajo, de observar necesidades presentes en tu alrededor y proponiendo soluciones al problema.
Si no lo consigues, busca alternativas. Tienes a tu alcance toda la información que necesitas desde cualquier medio, dispositivo o plataforma (Por ejemplo, prueba Coursera). A partir de aquí, sólo necesitas tiempo, paciencia y dedicación.
Con estos tres ingredientes llegarás a dónde tú te propongas. Conseguirás el conocimiento y la motivación necesaria para seguir trabajando día a día.
Créeme, tu oportunidad te llegará.
Steve Jobs, fundador de Apple, uno de los grandes genios del siglo XXI.
Autor de grandes innovaciones tecnológicas. Él nunca conoció el límite.
¿Pero, cómo consigo el cambio?
Se curioso. Investiga por tu cuenta. Siente inquietud por lo que no conoces.Persigue esa ‘suerte’ que creemos que se ha de tener para encontrar un nuevo destino. Proponte metas diarias, semanales, mensuales, anuales.
Tu carrera profesional parte de un mismo inicio común, como sucede en un aeropuerto. Existen muchos vuelos, diferentes destinos.
Habrá trayectos cortos, aunque también de largos. Existirán algunos en los cuáles el trato sea excelente y otros en los cuáles no te sientas cómodo. También habrá otros que te permitan llegar antes a tu destino, y otros que económicamente no valgan la pena. Asegúrate de escoger el rumbo adecuado.
Seguramente en tu búsqueda te encontrarás con el peor aliado para esta batalla: la frustración. No entables ninguna relación con ella, ni tengas como solución la rendición.
El camino hacia al éxito nunca ha sido fácil.
Y tú… ¿También te has preguntado dónde está el límite?
Sí.
Yo también viví una época en la cuál sentía que no estaba siguiendo el camino correcto por el cuál había estado tanto tiempo luchando.
Notaba que no estaba dando lo mejor de mí, que no conseguía aportar ese valor que buscaba.
Decidí no conformarme con lo que tenía y dejar a un lado el miedo al cambio, necesitaba superar el límite. Y ha sido la mejor decisión profesionalmente de mi vida.
Actualmente me dedico al mundo del análisis de la información para poder obtener conocimiento sobre el negocio. Estuve un tiempo dedicándome más a producir informes que analizar los datos, debido al uso de tecnologías obsoletas. Esto me impedía obtener el máximo conocimiento y valor que buscaban mis clientes. Y me sentía frustrado.
Por eso, decidí investigar por mi propia cuenta, tenía inquietud. Quería ver qué tecnologías y herramientas existían en el mercado, aprender cuales me permitirían obtener lo que estaba buscando. Y aquí es dónde me encontré con el mundo del Business Intelligence, dónde decidí especializarme con las herramientas que ofrece Qlik.
Y encontré mi pasión.
Ahora puedo proponer, detectar nuevas oportunidades de negocio, escuchar las necesidades de los usuarios,ofrecer una nueva visión analítica a la compañía, compartir mis conocimientos. Todo gracias a ese cambio que busqué.
Un pequeño ejemplo del análisis que ofrecía antes (izquierda)
y el valor que aporto ahora (derecha)
Vivimos en un mundo en constante cambio, dónde diariamente surgen nuevas oportunidades y se van otras.
Así que ponte manos a la obra, no esperes más tiempo, el cambio no llegará si no lo buscas.
Recuerda que tú defines el límite.